domingo, 6 de septiembre de 2015

EL PROCESO CREATIVO: EL SINDROME DE VER LO INVISIBLE Y REALIZAR LO IMPOSIBLE

Copyright © 1994 Depósito legal pp.76-0010 ISSN 0378-1844. INTERCIENCIA 19(4): 197-204
ENSAYOS
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EL PROCESO CREATIVO: EL SINDROME DE VER LO INVISIBLE Y REALIZAR LO IMPOSIBLE
ANIBAL VELÁSQUEZ VALDIVIA
*Aníbal Velásquez, Médico, Universidad de San Agustín de Arequipa, Perú (1989). M.Sc. Enfermedades Tropicales, E. M. S. A. Universidad de Carabobo, Venezuela (1992). Director y docente de la Escuela de Investigadores de la Fundación Invesciencias, dirige talleres de metodología de investigación creativa: Perú (87-89). Argentina (89) y Venezuela (92-93). Actualmente Investigador del INMETRA, Ministerio de Salud-Perú, de pasantía en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, investigando el efecto de extractos naturales sobre la toxina colérica, bajo los auspicios de la Agencia Española de Cooperación Internacional. Dirección: IVIC, Apdo. 21827. Caracas 1020-A, Venezuela.

Qué le sugeriría usted a un joven de veinte años, de apariencia descuidada, y que de niño realizaba crueles experimentos con escarabajos, chinches, moscas y gusanos; y que en vez de cansar a sus padres con preguntas, prefería examinar a los seres vivos, les arrancaba las patas y las alas e intentaba pegárselas de nuevo, porque quería saber cómo funcionaban las Cosas.
Actualmente él está pasando por un problema serio: su padre quiere que estudie Derecho igual que él, y éste hace todo lo posible para que se interese en los extensos folios de cuestiones legales, pero él prefiere huir para reflexionar, se dedica a lanzar piedras planas sobre la superficie del agua, y está muy interesado en saber por qué saltaban una y otra vez en vez de hundirse. Por las noches cuando tiene necesariamente que sentarse a memorizar lecciones aburridas, apenas el padre vuelve la espalda, él se dirige a la ventana a contemplar las estrellas, y al día siguiente discursa con sus amigos acerca de sus observaciones, modo por el cual lo llaman "astrólogo". A veces se dirige al campo a observar un manantial, preguntándose cuál es su origen, y también quiere saber el porqué de las violentas erupciones volcánicas.
Si concluimos que estamos frente a un caso psiquiátrico, y pensamos que requiere atención inmediata, entonces formamos parte de las personas que prefieren hacer las cosas dentro de los parámetros normales, que opinan que el tiempo se debe dedicar a actividades más productivas y pragmáticas. Quizás hubiésemos sido los responsables de que Spallanzani sea un abogado amargado, y probablemente todavía estabamos creyendo en la generación espontánea de los seres vivos.
Claro que la suerte estaba con nosotros, porque Lázaro Spallanzani fue a visitar a Vallisnieri, un famoso hombre de ciencia, a quien le expuso todo lo que sabía, y él le dijo -Ud. ha nacido para ser un investigador científico, y pierde el tiempo estudiando libros de Derecho- Vallisnieri se dirigió indignado a la casa del señor Spallanzani para decirle que Lázaro no se podía perder en un estudio tan pragmático como la Ley, y que su hijo probablemente será un nuevo Galileo. A consecuencia de esto, Lázaro Spallanzani pudo ir a la universidad para poder iniciar su carrera científica.
Pero aquí no termina la historia, porque la lucha contra los prejuicios es la tarea más difícil de superar. Spallanzani vivía en el siglo XVII cuando todavía la Inquisición cobraba víctimas y perseguía a hombres como Servet o Galileo; existía en el mundo mucha ignorancia y mucha falsa ciencia, incluso en la Real Sociedad. Había un prejuicio que imperaba aún en los hombres de ciencia: se aseguraba que la vida puede surgir espontáneamente; así, decían que "dudar de que los escarabajos y las avispas se originan en el estiércol del ganado vacuno es dudar de la razón, de los sentidos y de la experiencia".
Mediante un arduo trabajo, Spallanzani trató de demostrar que la generación espontánea de los seres vivos no exime, y en base a experimentos hechos por otro autor, él se dispuso a demostrarlo en los microorganismos. Y a pesar de que demostrara que en caldos de cultivo, cerrados herméticamente y calentados, no se desarrollaba nada no faltaba un oponente que, apoyado por la Real Academia, negara su contundente demostración. Pero como todo hombre brillante, no se dio por vencido hasta que sus descubrimientos fueron aceptados, llegando a ser uno de los padres de la microbiología.
Quizás el lector, en lo referido anteriormente, se identificó con algunas de las características de este hombre que "vio lo invisible e hizo lo imposible"; será que este "síndrome" se encuentra tal vez latente en nosotros?
El Síndrome de ver lo invisible y de realizar lo imposible
Por la definición de síndrome se supone que nos vamos a referir a una patología. Pero con fines didácticos y para ejercitar nuestra capacidad de analogía e imaginación, lo utilizaremos para analizar el proceso creativo. Por esta vez veamos hasta qué punto podemos llegar al hablar de un síndrome que no sea una enfermedad.
¿Genialidad, talento o creatividad?
Este síndrome también es conocido como genialidad, talento o creatividad. El talento es capaz de crear algo nuevo, se caracteriza por una imaginación creadora altamente desarrollada, y se puede manifestar en cualquier esfera de actividad. La genialidad en cambio, es producto de una personalidad excepcional por sus dones. La creación de un hombre genial tiene una importancia histórica e inevitablemente positiva para la sociedad (Platonov, 1985).
Pensamiento creativo
La creatividad (pensamiento creativo), aún no tiene consenso para su definición, y una fuente de confusión es que el término designa a una gran cantidad de cosas. Se llama creativo al trabajo que realiza alguien saliéndose de los moldes establecidos, es decir no reproduciendo exactamente lo que se le ha enseñado. El trabajo del artista es creativo en este sentido, y también lo es el científico que descubre un nuevo fenómeno o un nuevo producto (Delval, 1985, Ford y Harris, 1992).
Hay un consenso en la mayor parte de los autores, al señalar que la creatividad es modificable y puede ser aprendida. A consecuencia de esto, en los últimos 50 años diversas teorías tratan de explicar el proceso creativo y diseñar nuevas metodologías para incrementar la creatividad (Ford y Harris, 1992). La creencia de que la creatividad es privilegio exclusivo de individuos geniales, y que éstos la ejercen sin necesidad de aprendizaje alguno, sería descartada, y actualmente se intenta enseñar a ser más creativo. Si bien es cierto que una persona nace con una cuota diferente de creatividad genética, ninguna es cercana a cero. De Bono afirma que sólo pocas personas tienen una aptitud natural para la creatividad, pero todas pueden desarrollar una cierta habilidad si se lo proponen deliberadamente; por lo tanto es una actitud y un hábito mental (Guerrero, 1989). Para elevar el nivel creativo se necesita pensar en su propio pensamiento e invocar conscientemente el uso de técnicas que guían el pensamiento y la conducta, para crear asociaciones creativas (Pesut, 1990).
Este síndrome de ver lo invisible es impulsado por una fuerza, una motivación por un ideal, por un ansia de conocer y de transformar su mundo; se caracteriza por ser un proceso creativo donde la imaginación creadora permite ver más allá del tiempo y del espacio, basada en una flexibilidad de pensamiento y en una gran capacidad de analogía que integra tanto la información externa como la elaborada por el mismo individuo y que culmina en un acto intuitivo o iluminativo, en el iEUREKA!, ¡el AJA!, ¡el Serendipity!
El síndrome de hacer lo imposible se caracteriza por ser la consecuencia de ver lo invisible; es el momento en que se materializa la imaginación y se ejecuta la idea; es el instante de la comprobación de las hipótesis, y en que se muestra al mundo el nuevo descubrimiento, la innovación, la nueva concepción, o la nueva teoría. El que se encuentra afectado por este síndrome, realiza lo que para muchos era imposible, como consecuencia de una gran perseverancia y capacidad de superar la frustración. Edison atribuía su éxito principalmente a esta parte del síndrome, y decía que sus inventos fueron producto de un 99% de perspiración y 1% de inspiración.
El talento capaz de crear algo nuevo, se caracteriza por una imaginación creadora altamente desarrollada, y se puede manifestar en cualquier esfera.
¿Que diferencia a los creativos de los normales?
Que los "normales" viven un determinado proceso sincrónico y por lo tanto son los menos indicados para darse cuenta de las dimensiones anacrónicas de la estructura que los envuelve, o sea son individuos que viven una determinada situación concreta y no tienen la suficiente imaginación creadora corno para prever o detectar los cambios que esa misma estructura requiere (Thompson, 1991; Ingenieros, 1986).
El normal carece de características personales que le permiten distinguirse en su sociedad. La sociedad ofrece a todos un mismo fardo de rutinas, prejuicios y domesticidades. Son indiferentes porque viven sin que se advierta su existencia; por tanto son incapaces de concebir una perfección y de formarse un ideal. La sociedad piensa y quiere por ellos. La falta de personalidad los hace incapaces de iniciativa y de resistencia. Todos creen tener una personalidad; pero nadie advierte que la sociedad los ha sometido a esa operación aritmética que consiste en reducir muchas cantidades a un denominador común: "la normalidad" (Ingenieros, 1986).
Como consecuencia de lo anterior, este individuo es producto de la costumbre; la imitación es el medio de adaptación de que dispone; conservadora, ella actúa creando hábitos que lo condicionan a no utilizar su imaginación e ingenio, y lo hace perezoso en sus concepciones intelectuales por lo que fácilmente se deja engañar por las apariencias. El horror de lo desconocido lo ata a mil prejuicios, tornándolo timorato e indeciso: nada aguijonea su curiosidad; carece de iniciativa y mira siempre al pasado; por consiguiente sus admiraciones son prudentes y sus entusiasmos son oficiales (MacLuhan, 1971; Ingenieros, 1986).
El hombre creativo es todo lo contrario: piensa que su vida no es digna de ser vivida sino cuando la ennoblece algún ideal; sus más altos placeres son inherentes a la búsqueda de la perfección y su logro, y su medida social está en la duración de sus obras. La creación lo caracteriza, y ésta es la que da lugar a las variaciones individuales; es evolutiva y se desarrolla mediante la imaginación. La adaptación del hombre creativo depende del equilibrio entre lo que imita y lo que inventa. A fin de acumular cualidades descollantes se requieren formas inusualmente eficaces de aprender. No es suficiente aprender mucho; también es preciso manejar lo que se aprende (Minski, 1986).
Quizás estemos esperando encontrar un arquetipo o un modelo de personalidad a seguir, pero como se trata de cosas creativas no existe un patrón definido. Desde la década de los 50, cuando se comenzó a estudiar el fenómeno creativo, se elaboraron múltiples encuestas a los que realizaban inventos, hacían ciencia o incursionaban en el arte, y se encontraron algunas características de esta personalidad. Gough y Woodworth, describen ocho estilos de personalidad del creativo (Davis y Scott, 1975).
1. El entusiasta se dedica a la actividad de la investigación, pero no se lleva bien con otros investigadores.
2. El iniciador es el rápido generador de ideas y es un buen compañero de equipo.
3. El diagnosticador tiene una capacidad especial para improvisar soluciones rápidas, en los momentos problemáticos de la investigación. Su actitud es la de "vivir y dejar vivir".
4. El erudito está bien informado, pero carece de decisión y seguridad.
5. El artífice tiene el don de recoger las ideas pobremente formadas de otro
hacerlas trabajables. Es amplio y sensible.
6. El esteticista prefiere las formas analistas de pensamiento a las de otro tipo. Tiende a ser imprevisible.
7. El metódico se interesa en los aspectos metodológicos; no le interesa la competencia.
8. El independiente prefiere el pensamiento en términos de modelos físicos y estructurales más que analíticos; tiende a ser un "solitario"
Lo más interesante es que el denominador común en todos, fue una fuerza motivación y una fuerza de voluntad inquebrantable.
El pensamiento científico
El verdadero pensamiento científico es inherente al pensamiento creativo; pero no es inherente a todos los científicos. Einstein decía que "a la ciencia se. acude por motivos bien diversos; muchos obtienen de la ciencia un gozoso sentimiento de poderío intelectual; la ciencia es su deporte favorito y en ella buscan experiencias vívidas y la satisfacción de sus ambiciones... Otros ofrecerán los productos de sus cerebros para sacrificarlos con propósitos utilitarios . . . sólo unos pocos se entregan a la ciencia por el ansia de huir de la rutina y de crear en sí mismo una imagen del mundo simplificada e inteligible. Si los dos primeros tipos de científicos fueran los únicos existentes, entonces la ciencia no podría existir, tal como no podría haber un bosque donde sólo crecen enredaderas. Para estas personas cualquier esfera de la actividad humana sería válida, llegado el caso. Que, se conviertan en ingenieros, militares, comerciantes o científicos sólo dependerá de las circunstancias" (Einstein, 1986).
El que posee un pensamiento científico, por lo general se caracteriza por ser un conjeturador, que elabora juicios o hipótesis perspicaces y se adelanta a los hechos; sigue principalmente el método deductivo o aristotélico, forma primero las hipótesis y luego trata de comprobarlas mediante la experimentación. Este utiliza la intuición, y sólo emplea la razón y la lógica para confirmar sus hallazgos (Beveridge, 1908).
En cambio el científico, que es acumulador de datos hasta que las generalizaciones o hipótesis se toman obvias, sigue el método inductivo de Bacon; él está dotado de una gran inteligencia, que clasifica, razona y deduce, pero es incapaz de tener imaginación creadora, o de llevar a cabo descubrimientos originales (Beveridge, 1908),
En busca de una etiología
¿Cuál es la causa de que un hombre sienta la necesidad de ver lo invisible y de hacer lo imposible? Parece que la causa de este síndrome se encuentra en la fuerza motivacional por alcanzar un ideal, en el argumento de vida que los hace diferentes.
"Una de las más fuertes motivaciones de los verdaderos hombres de ciencia -decía Einstein- para entregarse a la ciencia es el ansia de huir de la vida de cada día, con su dolorosa crudeza y su horrible monotonía, es el deseo de escapar de las cadenas con que nos atan nuestros deseos siempre cambiantes. Una naturaleza de fino temple anhela huir de la vida personal para refugiarse en el mundo de la percepción objetiva y el pensamiento. Este deseo debe ser comparado con el ansia que experimenta el hombre de la ciudad por escapar de un entorno ruidoso y estrecho y dirigirse hacia el silencio de las altas montañas, donde los ojos pueden vagar en el aire tranquilo y puro y apreciar el paisaje sereno, que parece hecho de eternidad.
El iniciador es e! rápido generador de ideas y es un
buen compañero de equipo.
Junto a esta motivación negativa surge otra positiva. El hombre intenta crear para sí mismo, del modo que más le convenga, una imagen del mundo simplificada e inteligible; después, y hasta cierto punto, intenta que su cosmos reemplace al mundo de la experiencia, porque cree que así se hará dueño de éste" (Einstein, 1986).
La motivación
Freud, a finales del siglo pasado, formuló la teoría de que la actividad humana se hallaba movida por una "fuerza interna", y que esta fuerza interna o energía dirigía las actividades hacia unos determinados objetos. El decía que es la anticipación del tipo de recompensa y no el déficit, la que instigaba la conducta. Otro modelo sostenido por los etólogos Lorenz y Timbergen, postula un mecanismo motivacional basado no en el déficit ni en la necesidad, sino en la sobrecarga estimulativa, en la acumulación de tensión. La motivación seria la regulación de esta acumulación de energía, que se equilibraría mediante una actividad reguladora de la conducta; la regulación se hace en forma de descarga. Esta actividad se apoya en una base instintiva que siempre puede ser iluminada y orientada por la inteligencia (Aman, 1974).
Cuando la función de pensar alcanza tal desarrollo, la imaginación puede anticiparse a la experiencia y aparecen los ideales.
Los ideales son formaciones naturales, que son producto de la experiencia. La experiencia da lugar a la formación natural de conceptos genéricos, que son cada vez más sintéticos; la imaginación abstrae de éstos ciertos caracteres comunes, elaborando ideas generales que pueden ser hipótesis acerca del incesante devenir: así se forman los ideales que para los hombres son normativos de la conducta en consonancia con sus hipótesis. Su fuerza estriba en sus elementos afectivos que influyen sobre nuestra conducta en la medida en que lo creemos (Ingenieros, 1986). Todo ideal, por ser una creencia, pasible de tener parte de error, o serlo totalmente, es una visión remota y por lo tanto expuesta a ser inexacta. Lo único malo es carecer de ideales y esclavizarse a las contingencias de la práctica inmediata, renunciando a la posibilidad e perfección.
El hombre de ciencia y las hipótesis
En el investigador los ideales son vitales para su trascendencia, porque él es un pionero, porque explora las fronteras del conocimiento; por consiguiente requiere de iniciativa y espíritu emprendedor, disposición para encarar las dificultades y vencerlas; necesita utilizar su ingenio e iniciativa propia, perseverar, poseer un espíritu aventurero, cierta insatisfacción con lo ya conocido y con las ideas prevalentes, y ansiedad de comprobar su propio juicio (Beveridge, 1908; Karle, 1990).
Anatomía y Fisiología del Proceso Creativo
La investigación cognoscitiva involucra necesariamente varias disciplinas, entre ellas la informática, la lingüística, la psicología, la neurociencia y la filosofía. La búsqueda del "origen" del proceso creativo nos lleva a representar lo que supone el proceso. Sin el ánimo de ofrecer una visión organicista y simplista de éste, describiremos algunos avances y descubrimientos que nos permitirán Comprender mejor este fenómeno que continúa siendo un misterio. El proceso es demasiado complejo para ser abordado de esta manera pero continuando con la metáfora del síndrome quizás la creatividad deje de ser algo inalcanzable y elitesco.
El cerebro y las mentes brillantes
Cuando se pensaba que la creatividad era sólo producto de mentes brillantes se esperaba que cada cierto tiempo naciera un nuevo genio. Se consideraba que el factor hereditario era la causa, y fueron muchos los intentos para demostrar que la raza aria era la privilegiada. En base a la observación de que el cerebro va adquiriendo más complejidad conforme se asciende en la escala animal, se comenzó a relacionar el peso y la estructura del cerebro con la conducta y la capacidad mental del hombre. ¿Tendrán los hombres geniales un cerebro más pesado o mejor configurado que los idiotas? Las mediciones comprobaron, numerosas veces, que no pocos cerebros de idiotas tenían un peso muy superior a lo normal. Distintos tos autores demostraron que el peso del cerebro de hombres geniales varía ampliamente y opinaron que no había un paralelo directo entre peso cerebral e inteligencia. Sin embargo los que querían especular buscaban en los salones de clase a los "cabezones", o sea a los más "inteligentes" (Nieto y Nieto, 1978).
Las sinapsis y el proceso creativo
Recientemente se determino que las funciones superiores dependían de la relación que había entre las neuronas a través de sus prolongaciones citoplasmáticas (axones y dendritas), y que las sinapsis o uniones interneuronales eran las que permitían integrar las diferentes áreas del cerebro (Luria, 1988). La inteligencia y la creatividad dependen de estas uniones, y porque pueden ser modificadas por estímulos externos e internos, estas facultades pueden ser mejoradas. Esta propiedad de modificar las uniones se conoce como plasticidad sináptica.
La plasticidad del sistema nervioso es, en gran medida, la capacidad de modificación del tipo, forma y función de las sinapsis que conectan los circuitos neuronales. Entonces la plasticidad sináptica constituye el soporte de procesos tan dispares como el aprendizaje y la memoria, la adaptación a situaciones fisiológicas nuevas como el embarazo y la sed, así como de la recuperación del sistema nervioso después de sufrir lesiones. La plasticidad neuronal es máxima durante el desarrollo, y se expresa durante la madurez en respuesta a perturbaciones externas o internas., tales como cambio de los niveles hormonales, alteraciones del medio ambiente , lesiones o a motivaciones y propósitos psicológicos. El cerebro en desarrollo puede compararse con una red vial que evoluciona con el uso: las vías menos transitadas podrían abandonarse, ensancharse las más populares y abrirse otras nuevas si fuera necesario (Nieto, 1988; Aoki y Siekevitz, 1989).
Por consiguiente la capacidad que tiene el hombre para aprender, mejorar su nivel inteligencial y su capacidad creativa dependerían de eso fenómeno, debido a que la inteligencia dependería más de la precisión de la sinapsis, y en cambio la creatividad sería más bien función del número de interrelaciones entre las diferentes áreas del cerebro.
El artífice tiene el don de recoger las ideas pobremente formadas de otros y de hacerlas trabajables.
En los recientes años se reporta que la formación de nuevas sinapsis no sólo se realiza en la etapa de desarrollo sino también durante la etapa adulta, lo que demuestra una alta capacidad de flexibilidad adaptativa de los mamíferos y más aún del hombre (Nieto, 1988).
Los mecanismos de renovación de las sinapsis que operan en el adulto no parecen diferir, en lo esencial de los que actuaron ya durante el desarrollo. Diríase que la mayor diferencia estriba en el aumento del número neto de sinapsis que se produce durante el desarrollo y en el predominio del proceso de ruptura y sustitución "turnover" en la fase adulta. El proceso de ruptura implica la desconexión de las sinapsis (Nieto, 1988).
En resumen, el Sistema Nervioso Central es capaz de grabar cambios ambientales que ocurren en segundos. En un comienzo, esos cambios modifican la eficacia de las sinapsis. Más tarde tales alteraciones funcionales se traducen en modificaciones anatómicas, que pueden observarse en el microscopio electrónico. La relación entre cambios electrofisiológicos y anatómicos, es de momento oscura. En la actualidad el cambio funcional mejor estudiado, asociado con la utilización repetida de las sinapsis, es el fenómeno de reforzamiento de larga duración, LTP (Long Term Potentiation).
El hemisferio derecho y el proceso creativo
En cuanto a las áreas del cerebro que son importantes para el proceso creativo, se describe en primer lugar al hemisferio derecho, que durante mucho tiempo era conocido como el cerebro mudo, porque al estimularlo con electrodos no respondía como lo hacía el izquierdo.
Desde hace 60 años se está conociendo su importancia, y se ha encontrado que interviene en la memorización de nociones familiares, sean recorridos topográficos, rostros u objetos muy usuales La función más importante es la percepción espacial, y la memoria espacial, que es la capacidad de captar relaciones entre los elementos en un espacio bi o tridimensional, con el fin de componer una imagen mental global (Zaidel, 1984; Luria, 1988). Esto ha sido conceptualizado por la teoría de la Gestalt, y se refiere a la organización mental de los elementos en un todo complejo (Zaidel, 1984; Rock 1990).
El hemisferio izquierdo está más inclinado a la utilización del pensamiento abstracto, secuencial, analítico, lógico, y estructurado. En cambio el derecho está involucrado con el pensamiento imaginativo, intuitivo, creativo, -espontáneo y espacial (Zaidel, 1984; Harpaz 1990, Harrmann, 1991).
La actividad cerebral izquierda es la que predomina en nuestra sociedad moderna, y muchos autores opinan que esta actividad ata la creatividad, impidiendo que el subconsciente sea utilizado (Kubie, 1970). Es cierto que la potencia intelectual aumenta con el hábito del razonamiento exacto, el estudio de la lógica, el uso del lenguaje matemático, la disciplina mental y la observación completa y profunda de las cosas, pero eso corresponde a una parte de nuestra capacidad mental. La inteligencia es inútil a quien no posee nada más que ella. "El intelectual puro es un ser humano incompleto porque es incapaz de penetrar en el mundo que comprende. La capacidad de percibir las relaciones entre los fenómenos permanece estéril de no ir asociada con otras actividades tales como el sentido moral, la afectividad, la fuerza de voluntad, el juicio, la imaginación y alguna fuerza orgánica" (Carrel, 1955).
El independiente prefiere el pensamiento en términos de modelos físicos y estructurales más que analíticos; tiende a ser un "solitario".
Los hemisferios no trabajan de manera aislada, sino que ambos se apoyan mutuamente. Se trata de dos cualificados especialistas que se convierten en una actividad genial (Wonder y Blake, 1992; Herrmann, 1991). Y esto puede ser verificado en magnetoencefalogramas y recientemente en tomografías cerebrales de campos magnético (Llinás, 1992).
El sistema límbico y el proceso creativo
La organización anatómica y el flujo de la actividad neural del sistema límbico, conectado al neocórtex cerebral y a su vez al hipocampo (el cual recibe información sensorial y contribuye con la modulación de las órdenes motoras), hacen suponer a Freeman (1991) que esta convergencia de todas las formas de entrada sensorial provee la base de la unidad de la conciencia. Esto permite especular que la creatividad necesita también de este sistema para integrar las emociones con la creatividad.
El estado emocional y visceral muestra asociación con el proceso creativo. Los exactos mecanismos que producen la respuesta emocional, y los detalles del rol interdependiente de las emociones con la actividad cognitiva y la conducta son aun controversiales. Las emociones influyen en lo que se percibe, como en la codificación de la información, en la memoria de la información, y en cómo la información es aplicada al contexto inmediato (Higgins et al., 1992).
La pauta de conducta o creencia socialmente dominante corresponderá a un hábito fuerte y, cualquier forma reciente de conducta que esté destinada a derribarlo generalmente debe atravesar por una fase dolorosa de choque con su rival antes de poder prevalecer. De modo que tina mayor creatividad tiende a generarse a partir de un conflicto mayor, que en vista de nuestra identificación del grado del conflicto con el grado de problematicidad, se ajusta al hecho de que la mayor creatividad proviene de la disposición a atacar problemas mayores o más difíciles. Esto conlleva una carga emocional muy fuerte (Berlyne, 1972).
La fuerza motivacional que tiene el sujeto es consecuencia de la actividad del sistema límbico, y éste modula la actividad creativa. Depende del grado de tensión y conflicto que el individuo tenga durante el proceso creativo, para que la respuesta a su problema sea satisfactoria. Mientras el sujeto está recibiendo la información, analizando los hechos y razonando sus ideas, la carga emocional aumenta, lo que se expresa por un aumento de la actividad visceral (actividad del simpático y parasimpático). Este aumento se puede verificar mediante indicadores orgánicos como las ondas cerebrales detectadas por un electroencefalograma, la tensión muscular detectada por un electromiograma, el ritmo cardíaco, el pulso, la resistencia de la piel, la transpiración, y el tamaño de la pupila, entre otros.
Cuando la tensión es muy intensa se bloquea la actividad; pero cuando llega a los límites necesarios para ir construyendo las sinapsis suficientes, se procede a integrar y asociar la información, mediante la analogía y la imaginación. Aquí se necesita que se realicen asociaciones libres, lo que significa que se requiere estar en un equilibrio emocional y en relajación que permita la aparición del insight o discernimiento súbito de Kohler (iluminación, intuición). Esta relajación explica las pausas que Kohler observó en los monos cuando estaban expuestos a un problema, y que surge ante la falta de éxito (Berlyne, 1972).
Pero una vez que se obtiene el resultado esperado o el descubrimiento inesperado, la recompensa mayor de todas es la emoción del descubrimiento. Tal como muchos científicos lo atestiguan, éste es uno de los mayores goces que la vida puede ofrecer. Ella imparte una tremenda exaltación emocional, además de una gran sensación de bienestar y satisfacción (Beveridge, 1908). Muy a menudo la alegría es de corta duración y prematura. Desgraciadamente, existen en la investigación más desengaños que éxitos.
La capacidad de autocontrol que se debe a la actividad del sistema límbico (Freeman, 1991), porque modula la respuesta motora y la información que llega del sistema sensorial a la corteza cerebral, contribuiría de manera importante al desarrollo y aprendizaje de la creatividad. Al conocer las técnicas, las actitudes y emociones que favorecen o inhiben la actividad creativa, se podría utilizar un mecanismo de autorregulación (biofeedback) para corregir por entrenamiento hasta lograr esta capacidad (Minski, 1986; Higgins et al., 1992). Actualmente se realizan ejercicios de Biofeedback (Biorregeneración o autocontrol) utilizando indicadores viscerales para desarrollar y evaluar el proceso creativo. Conociendo los niveles óptimos de los indicadores orgánicos que favorecen el proceso creativo se tratará de alcanzarlos voluntariamente. Como resultado de estas investigaciones se describe que cuando uno comienza a imaginar, el cerebro pasa de ondas beta de alerta a estados más relajados de ondas alfa o theta. Hermann (1991) señala que el estado creativo se encuentra en el estado theta, y lo describe como un lugar maravilloso para el pensamiento creativo, y por tanto se busca que los que se entrenan deben alcanzar el estado theta voluntariamente.
La intuición y las sinapsis integradoras
Los grandes descubrimientos no son el producto de la inteligencia sola. Los genios, además de sus poderes de observación y de comprensión, poseen otra cualidades, tales como la intuición y la imaginación creadora. A través de su intuición perciben cosas que ignoran los demás hombres, perciben relaciones entre fenómenos al parecer aislados, sienten inconstantemente la presencia del tesoro escondido. Todos los grandes hombres están dotados de intuición. Saben sin análisis, sin razonamientos, lo que les importa saber. Este fenómeno en tiempos pasados fue denominado inspiración.
Cuando se pensaba que la creatividad era sólo producto de mentes brillantes, se esperaba que cada dedo tiempo naciera un nuevo genio.
Es la integración de ambos hemisferios la que da como resultado un fenómeno admirado por todos por su rapidez, brillantez y precisión, que se confunde con el azar; es el llamado Serendipity, Eureka, Ajá, el bombillo encendido. . . que llegó con los grandes descubrimientos; así tenemos: la manzana de Newton, el viajar por un rayo de luz de Einstein, las bacterias viejas de Pasteur, la bañera de Arquímedes, el vacío de Edison, la serpiente mordiéndose la cola de Benceno, la llave fotografiada de Roentgen, los nativos con lanzas de punta horadada de Singer, los hongos de Fleming, un proceso intuitivo que Raynaud y Bergson definen como la corona del razonamiento (Raynaud, 1972).
El pensamiento concentrado en una idea, que trabaja tanto en el sueño como en la vigilia, permite que se realicen las suficientes sinapsis, para que en un fenómeno de segundos la respuesta aparezca de manera brillante y oportuna, respondiendo las interrogantes que durante mucho tiempo fueron incubándose (Ganen 1963; Beveridge, 1908; Wonder y Blake 1992).
El pensamiento creador es producto de este proceso. ¿Acaso esto sólo es posible en los hombres que ya nacieron con las sinapsis suficientes? Se ha demostrado que ni los genios realizaron descubrimientos de la nada, sino que fueron consecuencia de experiencias vividas y de aprendizajes relacionados con el tema del descubrimiento; de la Ferrière señala que "nada es un don sino el producto de una conquista" (Ferriz, 1984).
Tratamiento
A diferencia de los otros síndromes, aquí el tratamiento consiste en cómo hacer para adquirirlo. Sin ánimo de ofrecer aquí una receta fácil, describiremos una guía para intentar contagiarse con el "virus" de la innovación y de la investigación científica creativa.
La "terapia" está basada en que adquiriendo ciertos hábitos de pensamiento, aprendizaje y conducta, se puede desarrollar el potencial creativo. Consideramos que es preferible pensar que se pueden formar individuos con pensamiento creativo, porque al menos se puede morir en el intento y conseguir frutos que por un prejuicio ni siquiera hubiéramos imaginado.
Los genios, además de sus poderes de observación y de comprensión, poseen otras cualidades, tales como la intuición y la imaginación.
El detallar los métodos y las estrategias que desarrollan la capacidad creativa es motivo de otra publicación; por ahora presentaremos una estrategia general.
Pensamos que la falta de creatividad se debe a la inhibición que no deja participar al individuo en el proceso del descubrimiento y la invención, y la "normalidad" descrita anteriormente es el factor más limitante, que casi ha eliminado la capacidad de asombro y la motivación. La ausencia de un argumento de vida, de un ideal conlleva a una ausencia de mentes creativas. Si se lograra recuperar la motivación, se tendría gran parte del camino ganado; aquí se activaría el "virus", y luego se desencadenaría el "síndrome". Si no se alcanza la motivación, la creatividad no se incrementará, cualquiera sea el método que se utilice.
La motivación se puede desarrollar con un poco de imaginación y cambiando nuestras estructuras mentales; una percepción de un pensamiento condicionado y fijo impide ver más allá de los hechos; en cambio una percepción más flexible contemplando todos los factores y cambiando los puntos de vista, puede. descubrir los faltantes del entorno y las causas de las crisis o problemas, así como proponer soluciones nuevas. Se trata por tanto de adquirir un pensamiento más flexible en las asociaciones. Para ello la imaginación y la capacidad de analogía son los mejores recursos. La mayoría de técnicas y métodos de creatividad inciden en adquirir esta capacidad (Ingenieros 1986, Thompson, 1991).
Conforme percibimos nuestro entorno se desarrolla nuestra conducta, expresada en nuestras actitudes y hábitos; si nuestra percepción está encerrada en patrones y clichés rígidos, nuestra conducta también lo estará (Popel, 1990). Muchos investigadores de éxito no estaban entrenados en la rama de la ciencia en la cual hicieron sus descubrimientos más brillantes; por consiguiente la instrucción académica no fue la causa, sino principalmente la conducta flexible. Esta conducta requiere de iniciativa y espíritu emprendedor, disposición para encarar las dificultades y vencerlas, la pérdida del temor al fracaso, perseverancia, poseer cierta insatisfacción con lo ya conocido y con las ideas prevalentes, y ansiedad de comprobar su propio juicio. Si la conducta flexible no se ejercita como los músculos, entonces la conducta se hace fuertemente programada y esta capacidad se atrofia. La conducta flexible se puede adquirir ayudando a desarrollar una necesidad de variedad, intentando variaciones injustificadas, utilizando una gran variedad de entradas para resolver problemas, alentando la acción caótica, permitiendo divagar e incubar, y aumentando la tolerancia al desorden, la ambigüedad y a la libertad (Thompson, 1991).
Además de tener una conducta flexible, se necesita de una mente preparada, una mente organizada con una buena capacidad de razonamiento lógico-matemático y de análisis, de asociación analógica e imaginativa, y una capacidad intuitiva como corona del razonamiento. El descubrimiento se logra como producto de un pensamiento concentrado en un problema, y cuando se reúnan todos los eslabones en las sinapsis integradoras del cerebro. Hay numerosas técnicas y métodos que permiten ejercitarlas, en una especie de gimnasia mental (Garrett, 1963; Craig, 1990; Lamson, 1958; Thompson, 1990).
Existen técnicas analíticas, formales y sintéticas, así como métodos que integran varias técnicas, para estimular la creatividad. Las analíticas, como la lista de atributos y el análisis de factores de Grawford permiten circunscribir el problema a fin de poder resolverlo más fácilmente. Son caminos sistemáticos que no demandan gran esfuerzo mental para establecer sus rutinas. Las técnicas formales incluyen el método más conocido que es el Brainstorming, o lluvia de idea? en dinámica de grupos, que implica dar en torno a un problema, rienda suelta a nuestras ideas sin censurarlas, y que luego son evaluadas. Las técnicas sintéticas son básicamente ejercicios en lograr asociaciones; incluyen: los resúmenes críticos, la modelización, el azar o serendipidad, el planteo de soluciones, el sueño deliberado y la biónica, entre otros (Amegan, 1993; Guerrero, 1989).
Algunos de los métodos son: la Sinéctica de Gordon, que se caracteriza por juntar elementos, aparentemente poco significativos y desconectados, usa la analogía y la metáfora, promueve una osada especulación que sale de los límites establecidos incursionando hasta en lo absurdo (Guerrero, 1989). El pensamiento lateral de Edward de Bono se resume como un proceso deliberado para generar nuevas ideas mediante la reestructuración de esquemas mentales, y surge de las limitaciones del pensamiento vertical de la lógica (Guerrero, 1989). El método predictivo necesita en cambio de un juicio experto y utiliza la deducción una vez formulado el modelo o las hipótesis. El método Sintelgen de la Escuela de Investigaciones de Invesciencias, es un método de síntesis; utiliza un proceso motivacional, metacognoscitivo y de autorregulación, y tiene como objetivo desarrollar la intuición como corona del razonamiento, para la comprensión de una verdad y el cumplimiento de una misión.
Podemos sugerir una "receta" que simplemente describe los elementos a tener en cuenta:
1. Motivación en altas dosis: ¡... Crear la necesidad de crear ... y perder el temor al fracaso!
2. Terapia rehabilitadora de la Capacidad de asombro y curiosidad.
3. Administración de "Catalizadores" de la Imaginación e "inhibidores" del pensamiento condicionado, cada día.
4. Dosis de "flexibilizadores" de la percepción y de la conducta.
5. "Pensamiento concentrado" en un problema.
6. Vigilancia tanto en sueño como en vigilia de la respuesta al problema.
7. "Volitivos" que refuerzan la perseverancia.
8. Entrenamiento en meto dos que favorecen el descubrimiento, a saber:
a. La elección del problema
b . La superación de la frustración
c. El desarrollo del pensamiento lógico-matemático y analítico-secuencial.
d. El desarrollo dei pensamiento analógico, intuitivo-imaginativo.
e. La integración de ambos hemisferios cerebrales.
f. La vigilancia de la serendipidad o el EUREKA
g. Las estrategias para la ejecución de la idea, y la verificación de las hipótesis.
h. La autorregulación y la metacognición (Pesut 1990).
Contraindicaciones: A aquellos que se motiven por la investigación a fin de obtener buenos dividendos económicos, se le recomienda elegir otro camino. A pesar de que la investigación ha entrado dentro del sistema mercantilista, la época heroica de la investigación experimental todavía existe en una minoría selectiva y en muchos jóvenes, y son justamente ellos los que realizan los descubrimientos más originales, porque sienten la investigación científica como una llamada interior que inflama el deseo de obtener triunfos espirituales a cambio de grandes renuncias materiales.
Conclusiones
El "virus" de la creatividad y la innovación parece que está latente en nuestro ser, lo que nos convierte en portadores normales. Cuando la necesidad supere nuestros mecanismos de adaptación de conformismo y de consumo, o cuando eliminemos la válvula que impide que nuestra energía individual creativa se dirija a comprender nuestro medio y contribuya al desarrollo social, el "virus" se activará y nos conducirá a formar parte de la historia de los que ven lo invisible y de los que hacen lo imposible.
Continuando con esta metáfora, sería necesario contar con clínicas que activen el síndrome, que aceleren su curso y que contagien a otros con esta idea. Ese proceso de transmisión tiene base en lo expresado por Richard Dawkins en El Gen Egoísta "la transmisión cultural es similar a la transmisión genética, que puede dar origen a una evolución; ésta es más rápida que la evolución del gen, y lo hace utilizando nuevas unidades replicadoras a las que él llama "meme" . Al igual que los genes se propagan en un acervo génico, de un cuerpo a otro, mediante los espermatozoides o los óvulos, así los memes se propagan en el acervo de memes al saltar de un cerebro a otro, mediante un proceso que puede llamarse imitación. Si un científico escucha o lee una buena idea, la transmite a sus colegas y estudiantes, la menciona en sus artículos y ponencias. Si la idea se hace popular, puede decirse que se ha propagado, esparciéndose de cerebro en cerebro, haciendo réplicas de sí misma".
La transmisión del meme de la creatividad podría ser un aporte significativo al desarrollo de América Latina, y con esa visión se ha creado la Escuela de Investigadores de la Fundación Invesciencias, que actualmente trabaja en algunas universidades de América. ¿Será una utopía? Este proyecto está inspirado en los jóvenes que por temor al fracaso o al "qué dirán", han preferido ocultar la sintomatología de este "síndrome", y han perdido la esperanza de que algún día sus sueños de utopía se hagan realidad. Es probable que ya estemos condicionados por lo "normal", y que la metáfora del síndrome" nos haya producido un rechazo prejuiciado al tema; pero los que llegaron a nuestras conclusiones pueden sentir un alivio de que por lo menos no se dejaron gobernar por su pensamiento condicionado, sino que dieron libertad a su curiosidad. Si es así, se cumplió con el principal objetivo del artículo que fue la motivación por la investigación creativa. Y si esto no se dio, estaríamos formando parte de la frustración de todo proceso creativo, y quizás me ponga a recordar lo que el Dr. Ferriz me comentaba... "lo que ocurre, Aníbal, es que nuestro presente es el futuro de los demás".
AGRADECIMIENTOS
A la Escuela de Investigadores, de la Fundación Invesciencias Internacional, por el financiamiento otorgado para la realización de este trabajo. A la Biblioteca del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas por su atenta colaboración. Al Dr. David Ferriz por sus sabias orientaciones.
REFERENCIAS
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UNIDAD 1 CREATIVIDAD

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ANTECEDENTES DE LA CREATIVIDAD

HISTORIA DE LA CREATIVIDAD

Historia de la Creatividad
Las formas en que las sociedades han percibido el concepto de la creatividad han cambiado a través de la historia, así como el término en sí mismo. El antiguo concepto griego de arte (en griego "techne"-la raíz de la "técnica" y "tecnología"), con la excepción de la poesía, que se trate no la libertad de acción, sino la sujeción a normas. En Roma, este concepto griego fue en parte agitado, y los artistas visuales fueron vistos como compartir, con los poetas, la imaginación y la inspiración.
Aunque ni los griegos ni los romanos tenían una palabra que corresponde directamente a la palabra "creatividad", su arte, arquitectura, música, inventos y descubrimientos proporcionan numerososejemplos de lo que hoy sería descrita como obras de creación. El científico griego de Siracusa, Arquímedes experimentó el momento creativo en su experiencia de Eureka, encontrar la respuesta a un problema que había estado luchando por mucho tiempo. En ese momento, el concepto de "genio" probablemente más se acercó a la descripción de los talentos creativos que hizo posible estas obras.
Un cambio fundamental se produjo en el período cristiano: "creación" vino a designar el acto de Dios de la "creación de la nada". "Creatio" por lo que cobró un significado diferente de "facere" ( "hacer") y dejó de aplicarse a las funciones humanas. El antiguo punto de vista de que el arte no es un dominio de la creatividad persistido en este período.
El cambio se produjo en los tiempos modernos. Los hombres del Renacimiento tenía un sentido de su propia independencia, la libertad y creatividad, y trató de dar voz a este sentido. El primero en realidad, aplicar la palabra "creatividad" fue el poeta polaco Maciej Kazimierz Sarbiewski, que aplica exclusivamente a la poesía. Durante más de un siglo y medio, la idea de la creatividad humana se reunió con la resistencia, debido al hecho de que el término "creación" estaba reservado para la creación "de la nada". Baltasar Gracián (1601-58) sólo se atrevería a escribir: "El arte es la realización de la naturaleza, como si se tratara de un Creador segundo ..."
En el siglo 18 y la época de la Ilustración, el concepto de la creatividad aparecía con mayorfrecuencia en la teoría del arte, y se vincula con el concepto de la imaginación.
La visión occidental de la creatividad puede ser contrastado con la opinión del Este. Para los hindúes, confucionistas, taoístas y budistas, la creación fue en la mayoría de una especie de descubrimiento o de la mímica, y la idea de la creación "de la nada" no tenía cabida en estas filosofías y religiones.
En el oeste, por el siglo 19, el arte no sólo había llegado a ser considerada como la creatividad, pero por sí solo era considerada como tal. Cuando más tarde, a la vuelta del siglo 20, empezó a haber debate sobre la creatividad en las ciencias (por ejemplo, Jan Łukasiewicz, 1878-1956) y en la naturaleza (por ejemplo, Henri Bergson), fue generalmente se toma como la transferencia, a las ciencias, de los conceptos que fueron adecuados para el arte.
A finales del siglo XIX y XX, los principales matemáticos y científicos como Hermann von Helmholtz (1896) y Henri Poincaré (1908) comenzó a reflexionar y discutir públicamente sus procesoscreativos, y estas ideas se basa en las cuentas iniciales de la creatividad proceso por los teóricos pioneros como Graham Wallas (1926) y Max Wertheimer (1945).
Sin embargo, el punto de partida formal para el estudio científico de la creatividad, desde el punto de vista de la literatura psicológica ortodoxa, se considera en general que ha sido en 1950 JP Guilford y su discurso ante la Asociación Americana de Psicología, que ayudó a popularizar el tema y centrar la atención en un Enfoque científico para la conceptualización de la creatividad y su medición psicométrica.
En paralelo a estos acontecimientos, otros investigadores han adoptado un enfoque más pragmático, la enseñanza de técnicas de creatividad práctica. Tres de los más conocidos son:
  • Alex Osborn "lluvia de ideas" (1950 al presente),
  • Teoría Genrikh Altshuller inventiva para la resolución de problemas (TRIZ, 1950 al presente),
  • Y "de Edward de Bono pensamiento lateral" (1960 al presente).

Evolución de la creatividad

La creatividad estuvo asociada, en cierta manera encapsulada, durante varios siglos en personalidades de las artes. Llámese un Picasso, un Mozart, un Shakespeare. Simplemente el vulgo lo hacían depositario de esas dotes de clarividencia conceptual a ese pequeño grupo de generadores de arte.
Mucho más cerca en el tiempo los artistas que guardaban ese privilegio para sí ( siempre en la percepción popular ) comenzaron a compartirlo con los creativos publicitarios. David Ogilvy por ejemplo.
Pues bien, hoy hemos llegado a un estadio de democratización de la creatividad.
Todo el mundo puede ser creativo.
Todo el mundo quiere ser creativo.
Todo el mundo debe ser creativo.
Especialmente en el mundo de los negocios. Para ver una oportunidad o para crearla.
La creatividad debería impulsarse en las empresas de manera complementaria o paralela.
Un uso cotidiano de la creatividad en los ámbitos corporativos abrirán nuevas perspectivas del negocio de manera más temprana que tarde.
Una vez transformado en hábito las empresas multiplicaran las ideas con las cuales competir en siglo XXI. Qué hacer con ellas y que tratamiento ofrecerles es motivo de otro artículo.
Pues bien, celebremos prácticas.
De pensamiento lateral.
De pensamiento divergente.
De pensamiento productivo.
E inclusive, de pensamiento convergente. Este nos permitirá poner en “marco y en foco” la acumulación de ideas generadas.
Las empresas deben estar hoy día en sesiones de brainstorming permanentes.
Tendremos de esta manera grupos de empleados que innovan, que piensan, que investigan, que desarrollan.
Ellos nos mostrarán las “puntas” de los nuevos negocios.
El empleado de tareas burocráticas, ante el avance decisivo de los programas informáticos, va perdiendo valía.
Provocar una transformación para complementarlas con tareas divergentes se va volviendo una necesidad insoslayable.
Alertas a las oportunidades.
Insatisfechos con el portafolio de la empresa.
Inquietos intelectualmente.
Activos pensadores.
Facilitadores de ámbitos plurales de discusión positiva.
Ese es el camino y allá van.
Quienes más rápido lo encuentren tendrán más posibilidades de sobrevevir en el escenario competitivo global.
Enfatizo posibilidades. Nunca certezas. La certeza como tal ha quedado olvidada en siglos anteriores. Nunca más va a volver. No nos hagamos ilusiones.
Germán castaños